De las cosas que te apachurran el corazón...



Tengo un amiguito de 5 años que sufría (espero y deseo que para estas hrs. ya no) un terrible dolor de muelas, me contaba que no había podido dormir anoche, que hoy solo había tomado su leche y en el receso del colegio no se había comido su sandwich porque le dolía mucho su dientito y lo sentía "gordito"

Que tampoco había comido por el dolor y ya le dolía su pancita que María solo le había dado mas leche...

Me contaba que saliendo de su terapia iría al dentista, pero que tenía mucho miedo, así que trate de explicarle que no debía tener miedo, que el dentista le ayudaría a que su dientito no doliera... Me sentía tan mal por no poder hacer mas por el, ya no sabía que decirle ni como distraerlo, tratamos de vencer al dolor, le di un dulce mágico que le ayudaría (confiaba en el efecto placebo).

Sufría tanto y no dejaba de llorar que le di un poco de paracetamol y nada funcionaba, el sólo me dijo quiero que mi papá este aquí (deben saber que el papá de mi amigo es cómo el mío, un excelente proveedor, pero eso no lo convierte en un buen papá) Fue entonces cuando se me ocurrió la idea de "llamarle a su papá" le pedí a un amigo que fingiera ser su papá (no me vean mal, se que eso es mentir, pero en serio ya no sabía que hacer y el sufría tanto) así que hice la llamada y le pase a mi amiguito el teléfono, no puedo describir la carita que tenía era una cara de alivio, de sorpresa, y yo solo veía atentamente como el se tranquilizaba... Después lloro un poco mas diciéndole a su papá que no quería ir al dentista porque tenia miedo y quería que lo acompañará, para esto yo a mi amigo ya le había dicho que le pidiera que obedeciera a Goyo y que Goyo no lo dejaría sólito y eso hizo que el llorará un poco, la llamada duro poco mas de un minuto, pero valió la pena, porque mi amiguito estaba muy feliz porque su papá si lo quería, porque lo había escuchado y porque lo llamo "chaparro" en lugar de decirle su nombre como siempre lo hace.

Después de la terapia bajamosy ahí estaba Goyo, esperándolo para llevarlo al dentista y mi amiguito estaba preparado,  ya no tenia miedo...


Hoy aprendí una lección muy difícil de olvidar

 Es increíble como con un poquito de atención y cariño de las personas que para nosotros son importantes pueden hacer que una terrible pena se te olvide o en el mejor de los casos, te alegren y te llenen tanto la vida que ya no te importa tanto lo que te aqueja...

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