La vida nos ha hecho creer que tenemos que llenarla de puntos finales, como si fuéramos una máquina o un programa en donde puedes puntuar el final y seguir, donde puedes decir hasta aquí y continuar como si nada hubiese pasado; creo que nada está más lejos de lo cierto, en la vida real estamos llenos de puntos suspensivos y está bien, o no, no lo juzguemos ¡qué más da! así es la vida, pero en realidad el punto final no existe, ni en la vida misma existe el final, todo sigue, todo se transforma, no somos este cuerpo, no somos esta historia, somos más de lo que podemos ver, somos energía y lo que hacemos de igual manera lo es, y así iremos transformando este ser día tras día, vida tras vida, nada termina, sólo aprendamos a continuar y convertir; hoy estamos aquí, hoy estamos en este cuerpo mañana no lo sabemos, hoy tenemos este trabajo, esta familia, estos amigos, esta pareja, estos retos, estos dolores, esta historia, este todo, mañana no sabemos, ¡gritemos!, lloremos, bailemos, digamos ¡adiós!, digamos hola, demos gracias, pidamos perdón, reclama, cuestiona, frústrate, ríe, ¡vive! defiende tu forma de ser y de pensar, pero sigue, no nos quedemos en ningún lugar, la vida no es estática, hoy tenemos este día, mañana muchos no despertarán en su cuerpo y seguirán su camino en algún lugar desconocido para nosotros, hoy tenemos esta vida, mañana quien sabe, tal vez seguiremos en otra dimensión, otro mundo, o tal vez sólo otro lugar, la vida puede ser tan corta que no imaginamos, como llega puede irse.

Así… Somos tres puntos, tres puntos que guardan silencio, pero ese silencio dice más que tantas palabras, todos tenemos esos silencios en nuestras vidas, que sólo nuestro interior lo sabe, siempre hay más de lo que se menciona, y somos eso, el resultado de ese conjunto de silencios y palabras, por ello en la vida somos triada… somos mente, somos cuerpo y somos espíritu, en la familia somos padre, madre e hijo, en lo espiritual somos padre, hijo y espíritu santo, en los hechos somos, pensamiento, palabra y acción. Vivamos, vivamos cada experiencia dolorosa o no, porque sin ellas la vida no sabría, ni distinguiríamos de lo que nos hace felices y no, no juzguemos y cada que veamos una persona, una historia esos tres puntos que lleva cada quien, no lo señalemos, aportemos porque no sabemos que hay detrás de cada historia. Luchemos por lo que queremos, y sí ¡luchemos! la vida no es fácil ni es justa, pero entre más equilibremos esos 3 puntos que somos, más podremos crear aquello que soñamos.

¡Vivamos! ¡Amemos! HOY. Todo sigue…