Con los pies en el cielo



Mi vida cambió cuando aprendí a volar. Desde el cielo, todo se ve diferente. Los edificios, las personas y los coches se vuelven más pequeños. Los sueños se hacen más grandes.


Volar es muy parecido a caminar: puedes mirar hacia arriba o puedes mirar hacia abajo, pero siempre es preferible dirigir la mirada hacia adelante. Otro consejo imprescindible: hay que intentar mantener el equilibrio en todo momento. Para ello es aconsejable abrir bien los brazos y no dejarse llevar por la emoción cuando el cuerpo experimente la sensación de ingravidez. A partir de ahí, lo mejor es cantar. No, silbar no. Silbar no es aconsejable. Lo que debes hacer es cantar, simplemente cantar. No importa que desafines. Lo importante es dejarse llevar. Hay que cantar con el corazón, no con el oído. Sólo así podrás desayunar un trozo de nube o acariciar el suelo con las manos sin apoyar los pies. Déjate llevar. Sólo así aprenderás a volar. Sólo así...



P.D: Ahora tengo los pies en el cielo y la cabeza en las nubes. Hay quien me critica por ello. Pero no me importa. Volar es una experiencia maravillosa.

1 divagad@s comentarón:



Rodrigo C. dijo...

"Volar, volar, que lindo es volar, como las avecillas volar y volar"
Era una canción que Goofy cantaba en un corto en que aprendía a volar ... volar es ser libre, eso creo, ver los problemas chiquitoos y bien lejos. Claro, siempre hay que aterrizar, pero mientras podamos volar, podemos ser felices...
;)

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