Puedes pasar toda tu vida viajando, trabajando, estudiando. Puedes pasar tu juventud divirtiéndote, saliendo con amigos. Puedes aprender inglés, francés y español. Hacer el máster o el doctorado de tus sueños. Aspirar al más alto cargo de tu clase. Puedes leer mil libros. Comer los mejores dulces. Tomar los mejores vinos. Tú puedes ver los paisajes más hermosos que existen en este mundo. Puedes haber hecho todo lo que tuviste voluntad y soñaste... y todo esto quedará marcado en tu historia, como recuerdos preciosos de que viviste muy bien. Pero si al final de tu vida, no tienes a alguien a quien contar tus mejores aventuras, reír con los cambios físicos en tus fotos, prepararle un café de la tarde, tomar tu mano en los momentos de dolor, salir corriendo a comprar el remedio o Simplemente esperar ansiosamente su regreso a casa. Tú puedes haber vivido lo que deseaste, pero no viviste una de las grandes donaciones de esta vida, el amor.
- Marcelle Beathriz.
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