Es aire que nos sobra por alguien que nos falta...
¿Qué es una lagrima?
Podría dar la fórmula química de la lágrima. Pero sería una tontería. Todos sabemos que la lágrima no es nada más que unas letras mayúsculas y unos números chiquitos, un líquido que sirve para lavar el globo ocular, como dijo una vez un crítico en un comentario literario.
La lágrima lava también otras cosas.
La lágrima algunas veces es una pregunta. A veces es una respuesta. Otras sin embargo es un imposible olvido, un triste recuerdo... pero siempre es un mensaje, es una mano que se tiende, suplicante y abierta, en busca de otra mano que la estreche.
Nace en una región de adentro, ésa que el miedo paraliza; ésa que la emoción o la tristeza dejan un instante como suspendida en el aire, igual que cuando bajamos en un ascensor demasiado rápido; ésa que evidencia que existe justamente en el momento en que la amargura la define con un cosquilleo, con una vuelta de tuerca, con un temblor.
¿Qué es una lágrima?
Una lágrima es, un poco, decir adiós a lo que los ojos vieron antes de la lágrima.
Porque las imágenes anteriores ya no serán las mismas.
Porque cada vez que las miremos, después de la lágrima, las imágenes estarán impregnadas de su humedad salada, de ese sombrío fuego que quemó nuestros párpados.
Nada es igual después de una lágrima.
Ni la alegría, ni el dolor, ni la luz, ni la fe, ni la amistad, ni el amor.
Pero creo que lo que más cambia una lágrima… es al ser que la llora.
A mí me fueron cambiando las lágrimas que derramé en mi vida: la que inauguró la soledad de mi infancia; la que suplantó el grito de rebeldía por las injusticias que se cometieron con mi adolescencia; la que brilló para indicarme el camino que llevaba al sendero bello y cambiante de una ilusión...
La que me borró el espejismo de que cada uno, en el mundo, tenía adjudicado su techo, su pedazo de pan, su cuota de alegría, su renovado asombro cotidiano.
SI, a mí me fueron cambiando ¡esas lágrimas que derramé en mi vida!.
La que corrió por tu rostro cayendo de mis ojos, resbaló por tu cuello, humedeció tu pecho y regó tu corazón haciéndolo más "blando y comprensivo".
Esa lágrima que, no sé por qué magia, por qué milagro inesperado, disolvió las espinas que suelen ir creciendo en las personas que se aman, y las van arañando sin que lo adviertan, y van impidiendo que uno se acerque al otro por miedo a lastimarse y por miedo a lastimar, y uno no quiere decir que las ve, que las toca, que las siente, sino que cierra los puños y los ojos y las niega, las niega, las niega. Tres veces, . .. sin fórmulas químicas, sin ecuaciones, sin tontos prejuicios… Todo por una lágrima, una simple lágrima. Esa que atora al mundo, y el mundo… se empeña en no llorar...!!!!!!!!!!!!!!!
Las penas no siempre son buenas
Recuerdo que estaba recostada … de pronto… sentí algo moviéndose cerca de mi, me levante me quede sentada en el borde de la cama y vi una figura pequeña cerca de mi, comenzó a hablarme, me dijo hola, soy una pena, soy diminuta, muy diminuta, pero dejame entrar en ti y veras cuan grande puedo llegar a ser.
En ese momento me levante, corri por la escoba, y la golpee hasta matarla.
Si, porque las penas hay que matarlas, cuando todavía son pequeñas.
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