Traté de vencer este sentimiento, pero sólo conseguí engrandecerlo. Traté de acallar mi lamento, pero sólo logré una triste hipocresía. Intenté pedir ayuda, pero sólo disfracé palabras. Intenté que mi llanto cesara, pero sólo conseguí que mis ojos derramaran más dolor y silencio. Quise cerrar mis heridas pero sólo las hice más profundas. Sólo intentaba arrancarte de mi memoria, esquivar tu calor, pero no hice más que quererte.
Cuando las palabras no llegan y el sentimiento no acaba. Cuando enterramos palabras que acrecentan nuestro dolor.
Cuando el alma se siente infinita pero a la vez vacía. Cuando un gesto de luz, una sonrisa, se nos clava hasta la más profunda de nuestra oscuridad. Cuando lo daríamos todo por nada.
Cuando pensamos que ya no podemos estar más lejos de lo que queremos sentir más cerca. Es entonces cuando lloramos llevándonos la mano al corazón…
Y sólo hay silencio.
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