Todo llega...

¿Te acuerdas cuando me decías que me iba a llegar?

Sí, todo llega.
Llega el amor después del amor. Y llega el tiempo de conectarse con uno mismo.

Llega el viaje que venías soñando desde los 15, y por el que habías empapelado el cuarto con fotos del lugar.

Llega la persona que estabas esperando, y llega el momento en que se va alguien de tu vida.

Pero también llega el día en que no duele más la herida. No importa cuál sea.

Llega el fin de semana, y las vacaciones, y llega la casita que soñaste frente al mar. Llega lo que esperabas y a veces llega más.

Llegan las sorpresas, y llega el día que te despiertas y no lo extrañas más.

Llega el amigo que estabas esperando desde el otro lado del mundo, y a veces llega una revolución que se lleva todo lo que tenías para amarte de nuevo, en otros abrazos, otra casa, y otra familia.

Llega.

El amor llega.

Llega el día de tu cumpleaños, y llega la tesis, y llega el título.

Llega el beso que soñaste tanto tiempo, y llega el sol después de un par de días de tormenta.

Todo llega.

No pases noches sin dormir pensando que no se termina más la oscuridad, ni tengas tanto miedo a que no pasen.

Relájate mirando al cielo y confía. No importa cuándo, ni cómo... tú sabes que va a llegar.

Y hoy, permítete disfrutar de lo que está.

Ni más, ni menos.

El universo no está buscando un ejército de ansiosos.

Así que aprovecha la vida, que todo llega cuando tiene que llegar.